Los últimos días han sido turbulentos en nuestra Municipalidad. En el marco de la discusión de la altura que deben tener las futuras construcciones en un tercio del territorio de la ciudad que hoy se encuentra absolutamente desregularizado, se han visto enfrentadas dos posiciones: por un lado, la de la Alcaldía Ciudadana que, en coherencia con el principio que motivó su emergencia, cual es la participación, asume la posición levantada por los vecinos que fueron parte de las numerosas jornadas de participación que se realizaron durante el año que terminó y que propone un máximo de 7, 9, 10 o 12 metros de altura, según el sector del territorio, y por el otro, la posición de los Concejales Ciudadanos que, amparados en sus conocimientos profesionales indiscutibles, sostienen una posición política-técnica que propone 12 metros para todo el territorio en cuestión.
Los vecinos y vecinas que han visto cómo sus barrios han sido agredidos por la ambición depredadora de las mafias inmobiliarias que no han trepidado en engañar, corromper o amenazar para conseguir sus ganancias mostrando un desprecio total por las comunidades, ya no quieren correr riesgos y, ante la primera posibilidad de dotarse de herramientas jurídicas para defenderse, las toman sabiendo que el enemigo es poderoso.
Los argumentos de nuestros Concejales son entendibles y no dudamos que su motivación es decente y bien intencionada, pero ellos no pueden desconocer que, aun cuando la actual reglamentación ha permitido disminuir los riesgos, la creatividad destructiva de las ambiciosas inmobiliarias está al acecho y, sin duda, la pondrán en marcha para cumplir con sus objetivos.
Como Nueva Fuerza Valparaíso creemos que la posición de la Alcaldía Ciudadana defiende un principio que para nosotros es intransable, cual es la PARTICIPACIÓN VINCULANTE DE LA COMUNIDAD. Cuando invitamos a los ciudadanos y ciudadanas de Valparaíso a cambiar la historia y que fueran parte de las primeras Primarias Ciudadanas, no contamos con la mayoría y muchos despreciaron el número de vecinos que se manifestaron. El tiempo les demostró lo equivocados que estaban. Sin duda, una de las razones que motivó posteriormente a sumarse al proyecto transformador de la Alcaldía Ciudadana a más de la mitad de los porteños que votaron fue el ver que en el Movimiento Ciudadano se respetaba la opinión de la mayoría.
Si queremos que nuestras posiciones se apoyen, debemos convencer y no imponer nuestras visiones. El dialogo fraterno y sincero es el instrumento que se deben dar las comunidades para construir sus acuerdos, y a eso invitamos a quienes se sientan decepcionados por no ser apoyados en sus argumentos.
Creemos que la Alcaldía Ciudadana está siendo fiel a uno de los principios fundantes del proyecto político al respetar la opinión de los vecinos y vecinas que demostraron compromiso con su derecho a participar, informarse, opinar y decidir. Cuando soñábamos con una Alcaldía Ciudadana, soñábamos justamente con aquello. Por eso apoyamos que en la propuesta de la Alcaldía se encuentren contenidas las exigencias regulatorias que hagan sentir protegidos a los vecinos.
Por último, no obstante la incomodidad que esta situación de desencuentro nos provoca, queremos poner una cuota de optimismo: hoy a nadie se le ocurre hablar de construir a alturas que superan los 12 metros. ¿Si eso no es un avance, entonces qué es?
Nueva Fuerza – Valparaíso
Valparaíso, 18 de enero de 2018